Nos decidimos buscar a los parabrisas “campeones” en diferentes apartados. ¿Cuál es el más antiguo? ¿Y el más moderno y tecnológico? ¿Cuáles son los más grandes, pequeños, finos y gruesos?
Esta es nuestra selección de ganadores, de las que se pueden aprender muchas cosas. El parabrisas es un elemento clave en la historia del automóvil y en la seguridad vial.
1. El más grande
El parabrisas de automóvil más grande del mundo es el del Tesla Model X. Mide nada menos que tres metros cuadrados de superficie y está fabricado por el especialista AGP, que dispone de una tecnología propia para la conformación de elementos de vidrio de hasta cuatro metros cuadrados de superficie.
Este modelo lleva el concepto de parabrisas panorámico -aquellos que se extienden hasta cubrir parte del techo del vehículo- a otro nivel. El parabrisas “Big Sky” (gran cielo) ofrece una gran visibilidad, además de un habitáculo muy luminoso y con una enorme sensación de espacio.
Para Elon Musk, CEO de Tesla, “ofrece una experiencia de conducción similar a la que se experimenta en la cabina de un helicóptero”. Para evitar los deslumbramientos por el sol, dispone de un tintado inteligente sin elementos metálicos para mejorar la conectividad del coche.
2. El más pequeño
El Mercedes-Benz SLR Stirling Moss (2003-2009) tiene el “parabrisas” más pequeño de cuantos se han fabricado en los últimos años. En realidad se trata de dos pequeños deflectores diseñados para desviar el flujo de aire y que no ofrecen ninguna protección en caso de vuelco, como sí lo hace un parabrisas convencional.
Tampoco sirven como apoyo del airbag del acompañante cuando éste se despliega, ni para equipar las cámaras de los sistemas ADAS; como en los parabrisas convencionales. Cada uno de los parabrisas del Mercedes-Benz SLR Stirling Moss tiene una superficie aproximada de 0,030 m2.
3. El más avanzado
El nuevo Mercedes-Benz Clase S monta un parabrisas que concentra las últimas innovaciones. Su pantalla head up display puede abarcar una superficie equivalente a 77 pulgadas y dispone de realidad aumentada.
Este sistema proyecta imágenes sobre el campo de visión del conductor, aportando información virtual en tiempo real superpuesta a lo que vemos a través del cristal. Este parabrisas aloja hasta tres cámaras de los sistemas ADAS, además de los sensores de lluvia y de luz. Además, puede equipar un sistema de calefactado y limpiaparabrisas con eyectores incorporados que pulverizan líquido calefactado.
4. El más fino
Toyota presentó en el Salón del Automóvil de Ginebra 2013 el prototipo «i-ROAD», un vehículo eléctrico biplaza que buscaba obtener el mínimo consumo energético. Para reducir el máximo el peso montaba el parabrisas más delgado de la historia, fabricado por NSG Group.
Su vidrio laminado solo tenía unas capas exteriores de 2,0 mm de espesor exterior y una capa intermedia de 1,0 mm. Este parabrisas, que cumplía con las normativas de transparencia y resistencia, contaba con un único limpiaparabrisas articulado.
5. El más grueso
El parabrisas más grueso se corresponde con el nivel B7 de blindaje, el más elevado. Con un espesor de hasta 80 milímetros, está realizado con diferentes capas de vidrio y policarbonatos; y es capaz de resistir impactos de bala convencionales, y de 1 a 3 impactos de proyectiles de gran calibre.
En automóviles con un máximo nivel de blindaje, el parabrisas se puede emplear como salida de emergencia en caso de accidente. Los montajes y sellados se liberan mediante detonaciones pirotécnicas y el parabrisas sale despedido permitiendo a los ocupantes abandonar el vehículo
6. El más antiguo
Los primeros coches no tenían parabrisas. Este elemento apareció en 1904 y se desconoce cuál fue el primer modelo en montarlo. Los primeros parabrisas eran dos láminas de cristal que el conductor podía plegar cuando se ensuciaban.
En 1908 Ford comenzó a ofrecer el parabrisas como opción en el Ford T. Oldsmobile fue la primera marca que incluyó el parabrisas como un elemento de serie en todos sus vehículos, en el año 1915.
A finales de 1919 empezaron a desarrollar los primeros cristales laminados para automóvil y en 1921 se comenzaron a instalar en modelos de Ford, de forma opcional. El primer parabrisas laminado de serie lo montó un Rickenbacker en 1926.
7. El más resistente
La Indycar ha sido la primera competición que ha introducido el parabrisas en los monoplazas. El Aeroscreen cumple con dos de las cuatro funciones fundamentales que un parabrisas y su marco de seguridad desempeñan en un coche de calle: impide la entrada al habitáculo de objetos que pueden dañar a los ocupantes y protege en caso de vuelco.
Diseñado por Red Bull Advanced Technologies, está compuesto por un parabrisas laminado de policarbonato laminado balístico y un marco de titano. Con solo 7,8 kilos de peso, es capaz de repeler el impacto de un objeto de un 1 kilo de peso a 350 km/h. El marco, formado por cinco piezas de titanio impresas en 3D, pesa 12,6 kilos y es capaz de soportar 15.400 kilos de carga.
8. El menos seguro
El parabrisas menos seguro es el que no existe. En los últimos años se han lanzado muchos deportivos que carecen de parabrisas (Ferrari, Lamborghini, Aston Martin y McLaren, por citar algunos ejemplos, disponen de un modelo de este tipo), una moda que supone un paso atrás en seguridad.
Aunque parezca obvio recordarlo, el parabrisas nos protege de los elementos (viento, lluvia, granizo, nieve o rayos UV), del aire frío o muy cálido, del polvo en suspensión… y también de la intrusión al habitáculo de objetos, que pueden ser desde una piedra “escupida” a gran velocidad por los neumáticos del vehículo que nos precede, hasta objetos más contundentes caídos de otros vehículos o arrastrados por el viento.
Además, el parabrisas nos protege en caso de vuelco, actúa como apoyo del airbag del acompañante cuando éste se despliega y sirve de soporte a las cámaras y sensores de los sistemas de seguridad ADAS; elementos de seguridad que ninguno de estos automóviles puede equipar.
Fuente: Carglass